“El 5 de mayo del año 2011, Juan Alfredo Soto García fue golpeado por la policía en la ciudad de Santa Clara. Dios permitió, y esta es una de las tantas pruebas que tengo de la existencia de Dios, que Juan Alfredo Soto García y yo coincidiéramos minutos después de él haber sido golpeado cuando él se dirigía rumbo al hospital a buscar asistencia médica y él me contó lo que le había sucedido. Y yo, rápido como un resorte, me dije a mí mismo que para que tenía una cuenta en Twitter si no era para denunciar algo como eso. Y publiqué aquel jueves 5 de mayo del año 2011 en mi cuenta de Twitter a las 11.55 de la mañana, lo pueden verificar si buscan en mi cuenta, que Juan Alfredo Soto García acababa de ser golpeado por la policía en la ciudad de Santa Clara, sin yo saber que las golpizas realmente habían sido tan fuertes que este opositor estaba muriendo apenas unas horas después en los primeros minutos del 8 de mayo, lo cual llegó a ser un escándalo internacional porque yo había publicado la noticia antes de que muriera este amigo y por lo tanto era una prueba que el régimen no podía esconder. El régimen intentó decir que los enemigos de la revolución, los mercenarios a sueldo de imperialismo yanqui estaban intentando inventar una patraña más.”
“Tengo esperanza de que las cosas en Cuba puedan transformarse porque en primer lugar si los grandes imperios mundiales han caído, ¿cómo no va a caer una dictadura comunista? En segundo lugar, los líderes ya son personas viejas que están condenadas a desaparecer y no creo que las nuevas generaciones a las que intentan entregar el totalitarismo que ellos han dirigido, sean capaces de sostener un sistema obsoleto por completo. Creo que esto es una gran oportunidad para que la sociedad civil cubana; que no es menos cierto que se encuentra bastante dañada por ellos mismos, pero que está dando alguna señal de despertar, pueda aprovechar las oportunidades. Y tengo una gran esperanza que en el próximo año 2018 donde Raúl Castro dijo que ya va a dejar de ser el presidente, hay varios opositores que se están postulando, en este caso no son aceptados porque ellos dicen que la postulación solo puede ser de partido comunista, pero yo creo que se está generando y se les va a generar una situación que va a concluir con un desplome total del sistema.”
“Es cierto que he sentido momentos de soledad, por ejemplo, aquellos tres días que pasé en el calabozo, cuando el presidente Barack Obama visitaba la isla, y que yo fui llevado prisionero. Era mediodía de ese domingo 20 de marzo [2016] y muchas personas fueron testigos de la detención, mi esposa lo pudo grabar y está en internet, y realmente me sentí solo, al llegar a aquella celda solitaria y pensar que había muchas personas, cubanos, que estaban sufriendo las mismas cosas que yo, que yo estaba levantando la voz no solamente por mí y por mis hijas sino por ellos también. Y que en aquel momento ellos sintieron un miedo, un miedo tan grande que les impidió solidarizarse conmigo y personas que yo consideraba mis amigos no tuvieron el valor de hacer un gesto o decir una palabra. Sentí momentos como ese, por ejemplo, ese día 20 de marzo. Pero también debo decir en honor a la verdad que cuando recordaba lo que me sucedió a mí en esa ocasión que negué mi fe cristiana con cinco años de edad, podía entender que yo también tuve miedo una vez y que no siempre uno está dispuesto a vencer estos miedos.”
“Mi primer choque fue en la primera semana de clases cuando se paró en el aula, frente a los estudiantes, uno de los profesores, y en tono autoritario como si estuviese preguntando quién era drogadicto, quién era un ladrón, quién era un delincuente, preguntó que quién era religioso. Yo no estaba preparado para esta pregunta. Mis padres me habían cuidado, me habían protegido, me habían enseñado los principios cristianos, pero talvez para no atemorizarme no me habían advertido que la educación que yo iba a comenzar a recibir en ese momento era una educación totalmente contraria, adversa a la fe cristiana. Y fue en ese momento, cuando el profesor hizo esa pregunta; que yo me percato que estoy en un ambiente hostil. Miro a mi alrededor, con solo cinco años de edad, era mi primera semana de clases, no conocía todavía a los niños que luego llegaron a ser mis amigos, aunque no los conocía de la iglesia. Miré a ver si alguno de ellos levantaba su mano y decía yo soy religioso. Ninguno de ellos lo hizo. Sabía que no pertenecían a mi Iglesia, pero tal vez iban a otra Iglesia. La cuestión es que nadie lo hizo y yo tengo que confesar que yo sentí mucho miedo porque me di cuenta que se estaba preguntando algo y que aquel que osara responder sí, yo soy cristiano, soy religioso, estaba respondiendo con atrevimiento algo que no era del gusto del que preguntaba. Sentí tanto miedo que, en esa oportunidad, la única oportunidad de mi vida, negué mi fe cristiana. Pero eso supuso para mí con solo cinco años de edad una crisis de consciencia de niño.”
Nacer en una familia protestante era en el año 1975 en Cuba ser objeto de persecución directa
Mario Felix Lleonart Barroso nació el 17 de junio de 1975 en una familia cristiana protestante. Desde niño acudía a la iglesia donde recibió una educación que posteriormente lo ayudó mucho para poder comprender lo totalitario que era el régimen cubano. Mario considera muy importante un episodio que le ocurrió cuando tenía solo 5 años. Era durante la primera semana en la escuela estatal cuando el profesor preguntó a los niños quién era religioso. Él negó su fe y esta experiencia marcó el resto de su vida. Decidió nunca más negar su fe. Se hizo un padre, fundó la página web cubanoconfesante.com y empezó a denunciar los crímenes del régimen en su cuenta de Twitter. Publicó la denuncia del disidente Juan Alfredo Soto quien murió después de haber sido golpeado. Sufrió persecución de parte de la policía estatal y fue detenido en varias ocasiones, entre otras durante la visita de Barack Obama en 2016. Actualmente reside en los Estados Unidos, pero mantiene contacto con los disidentes en Cuba.