“Es el miedo. Yo había escrito al respecto que los regímenes totalitarios, ya sean de izquierda como de derecha, porque yo si estoy en contra de todo lo que sea a traición, tienen dos características. Uno la desinformación y dos, inocularte el virus del miedo. Yo le llamaba a esto, jugando con las siglas del SIDA, el Síndrome de Insuficiencia Democrática Asumida, que era esto. Era el cómo te desarrollan un policía interior y después tú no sabes nada de lo que está pasando. Incluso nosotros, que tenemos un poco más de información por los contactos que teníamos extranjeros, tanto políticos como de la prensa, cuando llegamos aquí [España] nos asombramos de cosas, porque es que el nivel de desinformación [en Cuba] es increíble”.
“Y entonces vino la prisión. Estuve siete años y cuatro meses preso en tres prisiones. Hice en el año 2004 una huelga de hambre, durante 16 días hasta que logré lo que yo quería, que era que me dieran un trato tan malo como el que le daban a los demás y no uno peor. Porque había hecho una huelga de hambre también en Villa Marista, la sede de la Seguridad del Estado, cuando nos interrogaron. Y entonces ya estaba marcado con eso y me acuerdo que un día nos separaron y dijeron que me iban a llevar a un lugar mejor, que iba a tener un mejor trato porque ya yo era mayor y era todo lo contrario. Me llevaron donde estaba lo peor de lo peor de presos comunes. Entonces yo hice una huelga para exigir que me dieran un trato tan malo como el que le daban a mis compañeros, pero no uno peor”.
“Se esconde en mi casa el coordinador del Movimiento Revolucionario del Pueblo, en una región de la zona oriental, que estaba perseguido y hablaron con mi hermano para ver si podía esconderlo. Mi casa tiene muy buenas condiciones para eso. Y entonces, pues, había que esconderlo. Mi madre dijo que no podía ser porque era un riesgo grande y mi hermano le dijo: ¿Y si a mí me están persiguiendo y nadie me quiere esconder? La respuesta de mi madre fue: Tienes razón, pero que tu padre no se entere. Entonces así fue. Estuvo un hombre cuatro o cinco días en casa. Mi padre no se enteró nunca. Yo era el que subía y bajaba la comida o las medicinas que necesitaba, porque era normal que yo estuviera en todos los puntos de la casa, subiendo y bajando”
“Los interrogatorios más fuertes que yo he sufrido en mi vida, que han sido unos cuantos, fue cuando tenía 12 años. Más fuerte yo no los he tenido. Qué pasa, que era una época en que la Seguridad del Estado era primeriza, no tenían técnicas de psicología. Ahora me hubieran tratado de una forma más inteligente para lograr más objetivos. Realmente en aquella época todo el mundo era aficionado, los conspiradores, la policía, todo el mundo. Entonces, fue una forma muy brusca, tanto que lo que hace es levantar la rebeldía del niño rebelde, valga la redundancia. Y en consecuencia pues no delaté a nadie. Quizá si me hubieran trabajado con otra metodología más inteligente, como harían ahora”.
Los regímenes totalitarios, ya sean de izquierda o de derecha, tienen dos características: uno, la desinformación, y dos, inculcarte el virus del miedo
Ricardo Severino González Alfonso, nació en La Habana, República de Cuba, el 18 de febrero de 1950, en una época marcada por el auge financiero en el que se encontraba el país. Hijo de Antonio González y Graciela Alfonso. Ella ama de casa y él empresario. Desde pequeño siempre estudió en los colegios católicos de La Salle, también conocidos como las escuelas Pías. Fue interrogado por la Seguridad del Estado a los 12 años de edad, por poner carteles contra Fidel Castro en los baños del colegio. Luego de esto se refería a este suceso como “el peor interrogatorio que le habían hecho a lo largo de toda su vida”. En la década de 1980 se casa y tiene dos hijos y luego realiza un viaje a Estados Unidos, desde donde se da cuenta de la verdadera realidad existente en la isla, tapada por la censura del gobierno. Fue fundador Junto a Raúl Rivero de la Sociedad de periodistas, Manuel Márquez Sterling y también director de la revista, De Cuba. Nombrado en Cuba periodista para la Organización Reporteros sin fronteras. Durante el período de la Primavera Negra, fue apresado por la Seguridad del Estado, cumpliendo una condena desde 2003 hasta el 2010, por dedicarse al periodismo independiente. Es miembro del grupo de los 75 y reside actualmente en Madrid, España.