Sergio Perodín

* 1956

  • “Ya era perseguido por la Seguridad del Estado, me sentía acosado y decidí salir rumbo a los Estados Unidos. Salimos en un barco llamado remolcador 13 de Marzo. La Seguridad del Estado cubano nos había descubierto sin nosotros saberlo y prepararon un ataque contra nosotros. Cuando nosotros salíamos de la costa de Cuba, recibimos un ataque violento de tres embarcaciones del Gobierno, donde nos echaban chorros de agua muy fuertes, quitándoles la vida a varias personas en la misma bahía de La Habana. Allí los barcos nos hicieron un cerco, nos fueron alejando de las costas de Cuba donde no se divisaba tierra alguna, y allí comenzaron el ataque y el hundimiento del remolcador 13 de Marzo golpeándonos el barco por diferentes lugares hasta que el barco lo partieron a la mitad. Uno de los barcos que nos atacaba se subió encima del remolcador y lo obligó a hundirse, donde no hubo forma de… que muchos de los que íbamos en el remolcador salieran a flote. Supongo que más o menos unas 30 o 40 personas se fueron con el barco al fondo sin poder salir.”

  • “Nunca he pensado en regresar a Cuba, la verdad... nunca. Tengo a toda mi familia, tengo a mis hermanos, mi mamá, toda mi familia en Cuba. Pero no... yo nunca regresaba a Cuba, nunca ni por la mente me ha pasado regresar a Cuba, porque me han hecho mucho daño.”

  • “Entonces así pasaron los días y en otra ocasión volvieron, él volvió a hablar con el gobernante Fidel Castro acerca de lo que nosotros pretendíamos hacer. Él le dijo... porque ya tenían más datos... parece que la Seguridad del Estado ya tenía más datos del grupo que íbamos. Entonces según él, le informaron a Fidel Castro de que iban a ir muchos niños. Y él dijo que la orden que había dado era que había que acabar con todo el mundo, que a él no le interesaban los niños ni nadie. Que la embarcación no podía salir de Cuba. Y entonces esa fue la orden principal que llevó a los asesinos que pusieron para el ataque aquel que fueran tan violentos contra nosotros y mataran a tantas personas, porque murieron en aquel ataque 37 personas.”

  • “Más tarde nos condujeron... ya como a las siete de la noche... nos condujeron a los órganos de la Seguridad del Estado de Villa Marista, donde permanecimos incomunicados sin ver ni siquiera el sol, bajo fuerte presión, un mes yo estuve sin ver el sol. Nos sacaban mucho a los interrogatorios, cada dos o tres horas nos sacaban a interrogatorios y nos volvían a meter para las celdas. Así yo aguanté ese mes, que al mes nos reunieron y nos dijeron por separado que íbamos a ser conducidos a las casas de nosotros, que íbamos a esperar el juicio, porque nosotros fuimos acusados de asesinato. Los asesinos nos estaban acusando a nosotros de asesinato. Entonces así nos llevaron a la vivienda de nosotros. Yo con ayuda de algunos vecinos y amigos pude hacer una embarcación, una balsa, y pude escapar de Cuba a los seis días o siete días de estar fuera de la prisión. Allí los guardacostas americanos me interceptaron y me condujeron a Guantánamo, donde permanecí durante cinco meses y medio, y después logré que me trajeran a los Estados Unidos.”

  • “Nosotros nos hundimos junto con el barco pero pudimos salir a flote... unas veinte y tanto... treinta y tantas personas. Las tres embarcaciones del Gobierno cubano comenzaron a dar vueltas en remolino creando un enorme borbotón de agua para eliminar a los que estábamos sobreviviendo en el agua. Así murieron varias personas. Dentro de ellos mi esposa y el niño mayor mío. Allí algunos de nosotros pudimos aguantar aquella agresión tan violenta por espacio de 40 o 50 minutos hasta que los asesinos decidieron parar el ataque y recoger a los que estábamos sobreviviendo en el mar. Nos montaron en sus barcos y nos alejaron de ese lugar. No sabíamos en qué lugar estábamos situados, pero no se veía costa de ningún tipo. Allí nos mantuvieron desde las cinco de la mañana hasta las once y media de la mañana que nos condujeron a las costas de Cuba, donde ya allí nos estaban esperando los militares, donde nos metieron en calabozos y nos interrogaron, nos llevaron para los órganos de la Seguridad del Estado cubano. Cuando nosotros llegamos al lugar donde nos llevaron... era una base militar del Gobierno cubano, nos llevaron en diferentes barcos. Cuando nosotros llegamos allí no sabíamos la cantidad de personas que habían fallecido porque nos habían recogido en tres o cuatro embarcaciones. Yo le pregunté al general que estaba esperando a las personas cuando se bajaban de los barcos, porque aquello lo tomaron militarmente, le pregunté por mi familia y la respuesta que me dio el asesino ese fue que al que no viéramos en el grupo, a aquel se lo habían comido los tiburones.”

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    Miami, USA, 17.04.2018

    (audio)
    délka: 48:47
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Nunca ni por la mente me ha pasado regresar a Cuba, porque me han hecho mucho daño

Sergio Perodín
Sergio Perodín
zdroj: Post Bellum

Sergio Perodín nació en 1956. Viene de una familia de trabajadores humildes. También él llevaba una vida de trabajador en la Empresa de Transportes Cubana, en la sección de alimentación de los empleados. Fue a principios de los años 90, cuando empezó a sentir presión de parte de la Seguridad del Estado, que sospechaba que colaboraba con las Organizaciones de Derechos Humanos, y por este motivo comenzó a perseguirle. Como todas las acusaciones de este tipo eran completamente falsas y Sergio Perodín no se sentía confortable bajo la constante vigilancia, decidió planear un intento de abandonar Cuba por vía marítima. Gracias a sus amistades llegó a formar parte de un grupo de varias personas que se empezaron a reunir con la intención de embarcarse en un barco y salir rumbo Estados Unidos. La embarcación que fue elegida a tal propósito era el Remolcador 13 de marzo. Una vez acabadas las preparaciones, el tercer intento de embarcarse salió bien y unas 72 personas salieron al mar, entre ellos también Sergio Perodín con su mujer y sus dos hijos, entonces de siete y once años de edad. Sin embargo, la Seguridad del estado había logrado infiltrarse en el grupo y se produjo uno de los peores ataques de las autoridades cubanas contra los propios cubanos. El Remolcador 13 de Marzo fue atacado por los barcos de apagar incendios, que le echaron fuertes chorros de agua, causando así daños en la embarcación. Posteriormente, el Remolcador 13 de Marzo fue cercado por tres barcos gubernamentales, que lo hundieron, dejando así decenas de personas ahogadas en el mar, entre ellos varios niños, uno de ellos su hijo mayor. También la esposa de Sergio Perodín falleció cuando se hundió su barco. Sergio Perodín consiguió salvar a su hijo menor. Una vez recogidos del mar, fueron trasladados a una prisión y después de algo más de un mes le pusieron bajo vigilancia en prisión domiciliaria. Sergio Perodín intentó escapar una vez más, esta vez en una balsa que fue localizada por los guardacostas estadounidenses, y él junto a su hijo menor pasaron cinco meses en la base de Guantánamo. Pasados los cinco meses pudieron finalmente irse a Estados Unidos, donde Sergio Perodín logró establecer una nueva familia y vivir una vida lejos de la isla que le hizo pasar tanto dolor.