Tuve la suerte de haber vivido en los Estados Unidos, pero tuve la mala suerte de no vivir en mi país de origen
Diego Suárez nació el 11 de noviembre de 1926 en el seno de una familia campesina en Cuba. Se graduó del Liceo Técnico Superior, una escuela fundada para niños de familias socialmente desfavorecidas. En esta escuela descubrió su pasión por la tecnología, las máquinas técnicas y su fabricación. En 1944 se fue a la capital cubana y logró montar una gran empresa dedicada a la producción de maquinaria agrícola destinada a procesar la caña de azúcar. Después de la Revolución, trabajó durante un tiempo como asesor del Instituto Agrícola de Cuba y el Gobierno le compró equipos y tecnología a su empresa para fines gubernamentales. Sin embargo, a principios de los años sesenta la situación en Cuba dejó de ser soportable y Diego y su familia decidieron irse a los Estados Unidos. Al llegar al nuevo país continuó en su campo de trabajo y desarrolló un nuevo tipo de neumático para maquinaria agrícola, convirtiéndose así en un industrial reconocido. Su posición y buena situación económica le permitieron apoyar al exilio cubano en la lucha por la libertad y la democracia de la isla, financiando varios proyectos y ayudando a crear fundaciones. Fue el fundador de Radio Martí y, más tarde, del canal Televisión Martí. Siempre estuvo convencido de que la gente debía saber la verdad sobre Fidel Castro y sobre los horrores que la gente experimenta en la isla. Diego sabe que nunca volverá a su tierra natal, pero espera que sus hijos o nietos tengan esa oportunidad. Sus deseos y aspiraciones de que Cuba vuelva a ser un país libre no cesan. Por el contrario, su compañía incluso prestó a una fundación un avión en el que sus representantes viajaron para reunirse con destacados estadistas por todo el mundo.