Následující text není historickou studií. Jedná se o převyprávění pamětníkových životních osudů na základě jeho vzpomínek zaznamenaných v rozhovoru. Vyprávění zpracovali externí spolupracovníci Paměti národa. V některých případech jsou při zpracování medailonu využity materiály zpřístupněné Archivem bezpečnostních složek (ABS), Státními okresními archivy (SOA), Národním archivem (NA), či jinými institucemi. Užíváme je pouze jako doplněk pamětníkova svědectví. Citované strany svazků jsou uloženy v sekci Dodatečné materiály.
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Yo quería denunciar lo que era el comunismo en Cuba a todo el mundo, se volvió mi obsesión
nació el 9 de julio de 1958 en La Habana.
creció en una familia revolucionaria de ideología comunista.
en 1975 se mudó con su padre a Perú y allí trabajó para la Embajada de Cuba.
en 1978 ingresó a la Dirección General de Inteligencia de Cuba (DGI), órgano central de la Seguridad del Estado cubano.
en el año 1980 egresó de la Facultad de Derecho en la Universidad de La Habana.
entre los años 1980 y 1986 participó en entrenamientos para los agentes y funcionarios cubanos en Rusia.
participó en las misiones diplomáticas, políticas y económicas de la DGI en Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile, entre otros países.
en 1987, durante su estadía en Ecuador, empezó a colaborar con la CIA.
a principios de 1989 desertó oficialmente de los servicios de la DGI y, con la ayuda de la CIA, escapó de Ecuador.
hoy en día se dedica a la seguridad privada, al análisis y a los pronósticos en el campo de la política.
no tiene hijos y vive felizmente con su pareja en Miami.
Enrique García Díaz nació el 9 de abril de 1958 en La Habana. Viene de una familia revolucionaria comunista, bien posicionada económicamente. Su padre se unió al Movimiento 26 de Julio (M-26-7)[1] y al levantamiento contra el régimen de Fulgencio Batista[2]. Después de la Revolución cubana en 1959, el padre de Enrique empezó a ocupar posiciones importantes en el gobierno. „Se integró al sistema e incluso comenzó a abrazar las ideas marxistas“, comenta Enrique. Desde la infancia, Enrique defendía los principios comunistas, pero „era más por formación que por la convicción“. En julio de 1975 su padre fue trasladado a Perú a la oficina de Prensa Latina[3], el periódico más importante para el régimen de Fidel Castro. Con el permiso del Ministerio del Interior pudo llevarse a Enrique aunque se estuviesen mudando a un país con una política y economía no comunista.
Tiempos de la Embajada de Cuba en Lima
Al llegar a Perú, Enrique se sorprendió con el libre mercado y con el nivel de libertad de prensa, lo que posteriormente lo llevaría a un cambio de pensamiento político. A los diecisiete años, por fidelidad política a su padre, le ofrecieron un puesto en la Embajada de Cuba en Lima. „En este momento, Lima era el tránsito de todos los grupos subversivos de América del Sur y se les entregaban los pasaportes sin sellar“, comenta Enrique su primera experiencia laboral. Con el tiempo le empezaron a asignar tareas de confianza, por ejemplo, mover coches alquilados cargados con armas de un lugar al otro, actividades de las que estaba al tanto el gobierno peruano. Después de la experiencia en la Embajada, Enrique aceptó el cargo que le ofrecieron en la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior, en esa época la institución más importante de Cuba.
El nombre falso de Walter Díaz
Formar parte de la Dirección General de Inteligencia (DGI) significó un proceso muy complejo, incluyendo pasar por entrenamientos especiales, por pruebas psicológicas y varias investigaciones de su vida personal y profesional. Le asignaron un nombre falso —Walter Díaz—, y un puesto en Perú. „Nos dijeron ‚el trabajo de ustedes comienza donde termina la legalidad, si se olvidan de la constitución, todo será ilegal‘“, recuerda Enrique el discurso de bienvenida a la DGI. Enrique demostró sus habilidades y le propusieron formarse en Rusia, en un academia para los mejores agentes operativos enfocada en la detección de vigilancia y la persecución secreta con las mejores tecnologías de aquella época. Enrique participó en uno de estos entrenamientos en Rusia con otros veintisiete funcionarios y políticos importantes de Cuba. Fue incluso invitado a la conmemoración de la Revolución de Octubre en la Plaza Roja al lado de Brézhnev[4]. Enrique recuerda bien la comodidad y abundancia de su estadía en Rusia. „Nosotros vivimos muy bien en la academia, desayunamos como reyes, almorzamos como reyes, teníamos una empleada“. En 1986 lo promovieron al rango de especialista y asistió nuevamente a un programa en la academia rusa. Esta vez estaba exclusivamente destinado a los directores de la DGI.
La DGI
Afirma Enrique que la dictadura cubana se sostiene sobre dos muletas. La primera es el aparato gigantesco de la DGI, que controla y reprime a cada ciudadano cubano, cada puesto de empleo y centro educativo; y la segunda es la contrainteligencia exterior, el servicio especial para penetrar e infiltrarse al servicio de inteligencia de los principales países occidentales. „Esto explica la actitud de tolerancia hacia la dictadura cubana, cada gobierno tiene sus infiltrados“, añade Enrique. La DGI consta de departamentos en cuatro zonas geográficas, pertenecientes a la División de Contrainteligencia Externa y a las Divisiones de Apoyo[5]. Cuando Enrique trabajaba en la DGI llegó a juntar a más de seiscientos agentes operativos en el extranjero y tenía aproximadamente 1300 empleados en total. Hasta la actualidad, cada división de la DGI encabeza varios departamentos. „El departamento del cual menos se hablaba se llamaba el Departamento de Ilegales, que tenía un área documental donde se fabricaban identidades falsas, evidencias o se cambiaban los registros civiles“, subraya Enrique. Los departamentos con los que más colaboró fueron el Departamento U2, el cual manejaba actividades contra el exilio cubano en todos los países del mundo; el Departamento de Operaciones Especiales, el brazo armado de la DGI que entrenaba a los terroristas cubanos; y el Departamento de la Guerra Psicológica, que usaba los medios de comunicación como un instrumento de deformación de la realidad. El primer receptor de todas las informaciones era Fidel Castro, parte de los informes los recibían Raúl Castro y Rafael Rodríguez[6]. „En Cuba la Inteligencia era un juguete de Fidel Castro“.
Con el cargo de agente operativo de la DGI Enrique se desempeñó en varias embajadas cubanas, como en Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Ecuador. Gracias a las operaciones que tenía a su cargo, viajó por toda América Latina y Europa. A mediados de los años ochenta, cuando Enrique regresó a Cuba de las misiones, ya estaba convencido de que la Revolución bolchevique, la Revolución cubana y otras revoluciones comunistas servían sólo para un grupo de elegidos, para las élites de la sociedad. En los países comunistas que visitó, le impactó ver a mucha gente viviendo en una pobreza casi extrema. „En fin, descubrí toda esta falsedad (...) podría parecer una idea bonita, pero el marxismo era una basura. En el caso de Fidel Castro jamás fue marxista, en su vida nada más leyó sólo unos cuatro libritos de marxismo“.
„Me sigo llamado Enrique García“
En el año 1987 Enrique fue enviado a Ecuador como representante del comercio exterior de Cuba. En ese momento, Enrique ya estaba decidido a desertar. „Se convirtió en una obsesión hacer algo por cambiar Cuba, quería destruir el sistema cubano. No sabía cuántos años de vida me quedan, pero yo tenía la capacidad de denunciar lo que era la dictadura cubana, lo que hacía Cuba y el comunismo“. Como era militar y agente operativo importante, regresar a Cuba era un imposible así como el conspirar contra el régimen desde la misma isla. Se fue a Ecuador y durante su misión comercial allí empezó a cooperar secretamente con la CIA. En el año 1989 esta lo sacó del país. „A los Estados Unidos no vine a buscar una nueva vida, vine a buscar el apoyo para poder denunciar ante el mundo el comunismo y ayudar a destruir el sistema cubano“. Con la CIA colaboró hasta el año 2000, compartiendo mucha información sobre la DGI y el sistema del régimen de Fidel Castro. Después de su deserción, Enrique fue condenado a muerte y perdió a su familia sanguínea en Cuba. „Nunca he aceptado una nueva identidad en los Estados Unidos, me sigo llamado Enrique García, nunca me escondí (...) Si hubiera tenido miedo, nunca lo hubiera hecho“.
[1] El movimiento 26 de Julio fue una organización política y militar cubana creada en 1955 por un grupo de revolucionarios dirigidos por Fidel Castro. Más información: https://www.laguia2000.com/cuba/el-movimiento-26-de-julio
[2] Fulgencio Batista fue un militar y gobernante cubano, presidente de Cuba entre los años 1952-1959. Fue durante su gestión cuando triunfó la Revolución cubana, siendo derrotado por las guerrillas de Fidel Castro. Más información: http://historyofcuba.com/history/funfacts/batist.htm
[3]El periódico Prensa Latina funciona hasta la actualidad. Más información: https://www.prensa-latina.cu/
[4] Leonid Brézhnev fue un dirigente político de la Unión Soviética entre los años 1964-1982. Más información: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/brezhnev.htm
[5] Más información sobre la DGI: https://www.cubamilitar.org/wiki/Direcci%C3%B3n_de_Inteligencia_(DI)
[6] Raúl Rodríguez fue el responsable de la reforma agraria y la nacionalización de los terrenos en Cuba después de la Revolución. Más información: https://www.laizquierdadiario.com/La-Revolucion-cubana-y-la-planificacion-socialista?id_rubrique=2653
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Příbeh pamětníka v rámci projektu Memoria de la Nación Cubana / Memory of the Cuban Nation (Iva Fričová)
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