El castrismo se apropió de la historia de Cuba, dominó el presente, e incluso va a hipotecar el futuro del país
Pablo Díaz Espí nació en 1972 en La Habana, Cuba, en el seno de una familia afín al proceso político revolucionario. Desde muy joven percibió la politización y opresión de la sociedad en la que vivía y toda su obsesión era marcharse de Cuba y no volver a tener contacto con ella nunca más. Lo consiguió en 1990, cuando se exilió en Berlín, vivió la libertad tras la caída del muro y estudió en la escuela de cine y televisión. Sin embargo, el trabajo lo llevó de vuelta a Cuba y volvió a conectar con la realidad de autoritarismo y escasez que vivía el país. En 1999 creó con su padre la revista Cubaencuentro y en 2009, junto con un grupo de escritores/as exiliados en Madrid, fundó su propio medio, Diario de Cuba, que dirige en la actualidad y que lo ha convertido en una de las figuras más destacadas del periodismo independiente cubano de los últimos años.