Fernando Ginarte Mora

“Nos vamos para el centro de parque a hablar, de disentir, entiende. Explicar incluso a los jóvenes que nos escuchan, que están alrededor de nosotros, explicarles, porque disentimos, que queremos. Incluso, cuando los mismos policías vienen a buscarnos, les decimos ‘Yo lucho por ti, por tu familia, por tus derechos’. Porque estos ladrones nos robaron el país, nos han robado la iniciativa, nos lo han llevado todo. Nos han robado la vida. Yo voy ya para 52 años, esta gente nos robó la vida. Y tú se lo explicas a ellos, que esta gente nos robó la vida. De hecho, el policía no tiene que corromperse. No tiene que cometer como le dicen. Podría vivir honradamente. Pero de cierta manera se tienen que hacer las cosas. Entonces ellos reconocen que nosotros somos como se dice - el paso, la oportunidad a un cambio de sistema, un sistema democrático, donde un policía no tiene que meterse con una persona por el simple hecho que resiente, sino ser policía por velar la tranquilidad del pueblo y no para a herir el pueblo”.

“Y si no mal me recuerdo, cuando comenzó la reunión, dijo que la reunión, que aquella reunión y que aquellas personas que estaban reunidos allí, que aquello era para los revolucionarios y que, si entre los participantes los que estábamos allí en la reunión, había algún que pertenecía a una asociación independiente, como ‘UNPACU’ [Unión Patriótica de Cuba] en este caso, que yo pertenecí en este momento, o fuera disidente, varelista como llamaban ellos, pues que tenía que retirarse. Yo simplemente pedí permiso, primeramente, dije: ‘El derecho del autor y el creador de esta agrupación fui yo. Quién creó la artesanía en este pueblo, la talla en madera, fui yo, porque fui quien puso el primer ladrillo, además fui él que trajo ese tipo de trabajo a este pueblo. Pero para no causarles problemas a los demás y si mi presencia aquí molesta o es un motivo para la Seguridad del Estado para atacar al personal. Culparme a mí para que entonces los otros artesanos me vieron a mí como enemigo, yo simplemente me retiraba’. Eso fue lo que dije. No los confronté, simplemente nada, me retiré, para que entonces no me boicotearon a la misma agrupación para encima de mí, y los mismos artesanos no me lo echaran encima”.

“Yo me negué en el quinto grado a participar en un acto de repudio a unas personas que se fueron por la embajada [Embajada de la República de Perú en Cuba] en el año 1980, fue en 1980 con lo de Mariel [Éxodo Mariel]. Yo me negué, incluso no fui, y a los muchachos que fueron los critiqué. Porque fueron a tirarle huevo a una familia. Yo vivía cuando aquello en la Mina Real, donde está actualmente el camping los Cantinas. Yo vivía allá, porque mi mamá se divorció de mi papá. Yo vivía para allá. A los compañeros de aula mía los convocaron, no los convocaron - los obligaron, entonces llevaron unas caretillas con cartones de huevo, para rocharles a aquellas personas”.