“¿Quieres no temerles a las autoridades? No hagas nada mal hecho, y serás alabado por ella. Entonces, ahí es donde está la confusión. Que en este lugar donde nosotros estamos ejerciendo el liderazgo y ministerio, que es en mi propia casa, donde estamos nosotros trabajando, colaborando, con la Iglesia de Jesucristo, hemos sufrido persecución, porque nos han tirado piedras para el techo, nos rompieron el techo, nos rodearon la casa de tropas, las Tropas Especiales. Nos rodearon la casa en un evento que hicimos aquí, porque se suponía que nosotros éramos opositores al sistema del gobierno cubano. Nosotros no tenemos problemas con la oposición, nosotros no nos oponemos al gobierno cubano, nosotros si nos oponemos a todo lo que tiene que ver con la mentira y con las tinieblas. Nosotros somos radicales en cuanto a estas cosas”.
“Cuando yo era un delincuente no había tanta persecución contra mi persona como ahora que soy un pastor o ministro de la palabra de Dios. Te preguntas por qué y es sencillamente porque hay una lucha espiritual. Esto se llama lucha de cimientos, una lucha de semillas”.
“Siempre se sufre persecución. La biblia habla acerca de todo el padecimiento que como cristianos, nosotros, deberíamos pasar. Por ejemplo, el Apóstol enseñaba que no nos sorprendiéramos del fuego de prueba que nos había sobrevenido, como si alguna cosa extraña estuviera aconteciendo. Esto no es extraño para nosotros, dice que esto era necesario que aconteciera. Dice que esta ley de tribulación momentánea produce en nosotros un excelente peso de gloria. Es decir que la persecución siempre hubo, siempre hay y siempre existirá. Por lo menos nosotros sí hemos sufrido tipos de persecuciones”.
“Nosotros no podemos, a donde quiera que lleguemos, irles con una palabra. Hay lugares donde debemos entrar con acciones. Por ejemplo, nosotros trabajamos con los campesinos y a la hora de nosotros trabajar con un campesino, nosotros no podemos ir solamente con una palabra, porque ellos van a decir: bueno, nosotros que estamos trabajando en estos momentos con una yunta de buey, trabajando picando leña para hacer un horno, yo no puedo ir con una palabra, vestido de esta manera para administrarle una palabra. Yo tengo que quitarme esta ropa, ponerme la otra ropa, igual que ellos, semejante a ellos, para poder administrarle la palabra y así que le llegue la palabra de Dios de la mejor manera”.
En Cuba solo existe una tolerancia religiosa, ni libertad de culto ni de religión
Ibrahim Rosabal Viamontes, nace en el municipio de Palma Soriano, perteneciente a la provincia de Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la República de Cuba. De niño, cuenta, tenía sueños y anhelos como todos los de su edad. Educado en una buena familia, con principios éticos anegables. Pero también tenían el peso de una pobreza extrema, por lo que sus padres no siempre le pudieron dar lo que un niño de su edad necesitaba. Fue creciendo y se vio vinculado en hechos delictivos, por lo que estuvo recluido en prisión, especialmente a que le desfiguró el rostro a otra persona. Recuerda que, en una pelea casi pierde la vida y este hecho le hizo conocer la fe en Cristo. Comenzó a frecuentar una iglesia evangélica protestante para luego proponerse ir a estudiar al Instituto Bíblico Pentecostés, donde se graduaría de Pastor evangélico. Actualmente preside una iglesia, radicada en su propio hogar, donde realizan obras de caridad con el prójimo. También, tanto él como los miembros de su iglesia, han sufrido persecución por parte de la policía política y la Seguridad del Estado, debido esto a que, estos piensan, que ellos son miembros de la oposición en la isla antillana. Reside hoy en día en el Poblado Aguacate, Palma Soriano, Santiago de Cuba.