“Nosotros no podemos criticar a los médicos. ¿Tú sabes por qué? ¿Por qué no podemos criticar a los médicos? Porque los médicos no tienen… si tú no le des un medio al médico, pa’ que cumpla, tú no tienes por qué criticar al médico. Al principio se criticaban mucho… la culpa la tiene la salud. No, la culpa la tienen los que dirigen la salud. Son los que tienen la culpa, porque los médicos no tienen la culpa de que no haya inyección, de que no haya medicamentos, de que no haya por ejemplo con qué desinfectar, de que no haya camillas, de que no haya dónde poner a un enfermo. La culpa esa no la tiene un médico. La culpa la tiene él que dirige.”
“Vamos a hablar del socialismo. En el socialismo, todo el mundo tiene que vivir por igual. No puede haber ni clase media, ni clase baja. Todo el mundo tiene que ser por igual. Aquí no se vive eso. Aquí hay tres tipos de clase. Hay clase media, la baja y la alta. No es mentira… aquí hay gente que vive como el rey. Y hay quien vive peor. Entonces no estamos viviendo en lo que supuestamente es socialismo. No se sabe lo que estamos viviendo. Estamos viviendo como muñecones.”
“Para mí la Internet ha sido lo mejor. Muchos dicen que la Internet viene a engañarle a la gente pero que a mí nadie me puede engañar, porque mira yo tengo amistades que están afuera de este país y hay muchas cosas que han comentado, se han comentado por la televisión y es incierto, como las colas. En un país desarrollado no se vive eso.”
Miguel Varona Serret nació el 8 de diciembre de 1996 en la provincia de Guantánamo. Durante su infancia vivía con su madre, que trabajaba como enfermera, con su tía y con el abuelo. La madre era quien mantenía la casa. Mientras tanto, el padre de Miguel vivía en La Habana separado del resto de la familia y trabajaba en la marina comerciante. Miguel fue un muchacho común que disfrutaba de los deportes, especialmente del fútbol, y posteriormente de la compañía de las muchachas. Acabó su formación graduándose del preuniversitario pedagógico en Guantánamo. No obstante, nunca se lanzó a la carrera docente. Le gustaba la informática y entonces empezó a contribuir en la distribución clandestina de los llamados paquetes, que sirvieron a la población cubana en su mayoría para poder acceder a los materiales de entretenimiento que en los países democráticos se pueden acceder en la Internet. En Cuba se descargaba el material en los escasos lugares con el acceso a la red y luego se pasaba a discos duros que circulaban en la isla. Posteriormente trabajó también en el Parque de Diversiones en Guantánamo. Hoy en día se dedica a la producción audio-visual. Conoce bastante de la música urbana de Cuba y cree que el acceso a la red fue una de las mejores cosas que le hubieran podido pasar a Cuba.
