"Es una cosa impredecible. A mi criterio. Una de las cosas que están sucediendo aquí es que los dirigentes están preparando las condiciones para un cambio favorable a ellos, como sucedió en la antigua Unión Soviética, en Rusia. El cambio que se hizo fue que jefes de la KGB y todos los grandes magnates, esos son los que tienen las empresas y lo tienen todo. ¿De quiénes son las Mipymes [Micro, Pequeña o Mediana Empresa] de aquí? De Mariela Castro. De Cangrejo. De tenientes coroneles. Estas son las principales Mipymes aquí. Están intentando taparse con las Mipymes particulares. Este es un futuro incierto. Incierto porque no se sabe el camino. Cuando ellos decidan que aquí haya un cambio, lo van a hacer favorables para ellos. Una pregunta que yo me hago es por qué si el turismo está en decadencia, ¿por qué cada día se hacen más hoteles en vez de fabricar viviendas? Esos hoteles que se están fabricando, no son para ahora. Esos están preparados para el futuro.”
"No hace mucho, cuando las protestas en Caimanera [nota: en mayo de 2023], la Seguridad del Estado me llevó para la estación de policía y me preguntó: ¿Y qué usted cree de los acontecimientos de Caimanera? Le digo: El que pregunta lo que no debe, oye lo que no quiere. Y él: Pero no, no, dígame con sinceridad. Lo que considero por los acontecimientos en Caimanera, es que Cuba ya está cansado. ¿Y sabe por qué? Porque el pueblo de Caimanera es el más revolucionario, más chivatón que tiene Cuba. Y si esa gente que los más revolucionarios, los más chivatones, se tiraron para la calle, el pueblo ya no aguanta más. Este es mi criterio.
“A los que [nota: al ejército de Batista] molían eran los de 26 de Julio [nota: movimiento revolucionario de Fidel Castro]. Pero tenían que molerlos, porque pusieron 100 bombas en una noche. Ellos aquí hablan de terrorismo y los terroristas son ellos. Y se vanagloriaron que incluso tuvieron un tiempo poniéndolo por el televisor como una hazaña. La noche de las 100 bombas. Y si usted ve las películas cubanas que se relacionan con aquel tiempo como clandestinas, ve, que ellos se fajaban con la policía. Que ellos por matar a un policía o un oficial de la policía, ponían una bomba y morían inocentes. Hay miles y miles de mutilados en este país. Bueno, ya no vivirán, porque eran mayores, estoy hablando de cuando yo era niño. Conozco casos y conocí casos de personas que por estar en un lugar determinado por una bomba que puso el 26 de Julio para hacer un sabotaje, se mutilaron. Te ponían bomba en un cine, en una parada de guagua, en un teatro. Eso sí, no se la pusieron a Batista. No me enteré nunca de que le pusieran bomba al buró de Batista. Utilizaban fósforo vivo, que es líquido, candela. Eso lo echaban en los cines. Eso lo viví yo, ¿me entiendes?”
“Eran todo escuelas públicas. Aquí se dice que la educación es gracias a la Revolución. Yo estudié en escuelas públicas, donde las clases eran gratuitas, y los muchachos que teníamos pocos recursos, cuando íbamos a la escuela con un par de zapaticos viejitos, pues nos regalaban un par de zapatos, ¿me entiendes? Nosotros no pagábamos las meriendas en las escuelas. En mi infancia no se pagaban las meriendas. Una merienda que, comparada con ahora, era todo un almuerzo lo que te daban".
Si en Cuba se hace un cambio a la manera verdaderamente democrática, este paisito desbaratado, que tenemos nosotros, en cinco años no lo reconoce nadie
Andrés Avelino Domínguez Beltrán nació el 10 de noviembre de 1947 en el barrio de Marianao en La Habana como el mayor de 21 hermanos – 14 por parte de madre, y 7 por parte de padre. En sus 76 años de vida vivió en diferentes partes de Cuba, pasó 15 años en Guantánamo donde experimentó la crisis económica del Periodo Especial en los años 90. Su padre era cuentapropista y trabajaba de camionero, y siempre estuvo en contra del régimen comunista. Sin embargo, Andrés fue militante comunista hasta sus 20 años de edad, a finales de los años 60. Cambió de opinión durante el Servicio Militar y desde el año 2013 milita en la oposición como parte del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo. Fue detenido incontables veces y múltiples veces arrestado, aunque su único presidio político fue el que vino después de una protesta pacífica en frente del Capitolio en La Habana en 2014. En la actualidad vive donde nació – en el barrio habanero de Marianao, y sigue luchando de forma no violenta contra la dictadura cubana.