Elena Larrinaga de Luis

* 1955

  • “Se van a necesitar muchos apoyos, porque Cuba es un país que está en el colapso económico total y para que la gente te ayude tendrá que haber un equipo que por lo menos tenga un proyecto creíble y cuantificable. Si para cuando llegue el momento tenemos algo adelantado pues sería mejor. Y si proponiendo algo posibilista, también, a lo mejor, los reformadores de dentro del país que sabemos que hay y que sabemos que hay una cúpula del gobierno donde están unos contra otros y que la cosa está muy complicada, a lo mejor tendiendo un lazo a esa muchísima gente que le gustaría dar el paso y que no se atreve porque tienen miedo, que no saben a quién acudir y no saben cómo hacer, pues decirles: señores, si ustedes lo hacen aquí van a encontrar apoyo que es lo único que nosotros podemos hacer desde fuera, apoyo y legitimidad a un cambio cuando comience”.

  • “Entonces digo, vamos a monitorear, a hacer un trabajo, pero a monitorear todo, lo que pasa de verdad. O sea, [el tema de] los presos está fenomenal, pero es que en Cuba está todo el mundo preso, pero al final la gente se acostumbra al tema de los presos y se agota, entonces vamos a intentar el desgaste desde otros ámbitos. Y entonces empezamos, Alejandro, Bertha [Soler], todos los presos, entre otros y empezamos a trabajar y aquello empezó a coger su ritmo. Tenemos muchos observadores dentro del país. Funciona bien y hemos tenido también muchísimos problemas, como todo. Hemos conseguido muchas cosas en Europa porque conseguimos, no todo lo que hubiéramos querido, pero sí pudimos llevar una Moción al Consejo de Europa sobre los derechos de los trabajadores. Pudimos conseguir todas las recomendaciones al Acuerdo bilateral, porque no estábamos de acuerdo con lo que planteaba Mogherini. También presentamos todas las enmiendas a la Reforma Constitucional”.

  • “En Estados Unidos nosotros no lo pasamos mal. Aquella casa era una casa grande donde se acogía todo el rato. Allí fue donde yo empecé a vivir lo que era el exilio. Todo el rato se acogía gente, parientes o no parientes o amigos, que estaban y luego se marchaban. Nunca se podían crear lazos sólidos. Fueron tres años muy difíciles y muy instructivos. Cuando mi padre salió [de Cuba] ya finalmente que llegó allí, dijo, pues ahora hay que organizarse, porque esto no parece que vaya a tener ninguna función. Acababa de pasar lo de Bahía de Cochinos, estaba todo manga por hombro”.

  • “Nosotros ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, le pertenecemos a la Patria. Con esta frase la Revolución se atribuyó el derecho de desarticular la sociedad y las familias. No solamente, digamos, a través de la educación, o sea, cerró todas las escuelas privadas, las escuelas libres de enseñanza, monopolizó la educación, sino también el sistema que impuso, los círculos infantiles, las escuelas del campo, los preuniversitarios, los internados de la secundaria. Alejaron a los niños de sus familias. Además, amenazaron con quitar la patria potestad de los hijos a los padres y mandar a los niños a Rusia, que luego no los mandaron. Pero ahí fue cuando mi familia y otras muchas tomaron la decisión de sacar a los hijos fuera, porque no querían perder la patria potestad de sus hijos. No querían familias católicas. Ustedes ya sabrán que marxismo y cristianismo son casi religiones, porque el marxismo casi se convirtió en una religión. El marxismo negaba a Dios, pero tenías que adorar a un ser humano como si fuera Dios, una cosa absurda”.

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    Madrid, 02.10.2020

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    délka: 02:05:48
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En Cuba se necesita una transición política para terminar la polarización allí

Larrinaga de Luis Elena
Larrinaga de Luis Elena
zdroj: Post Bellum

Elena Larrinaga de Luis, nació en La Habana, un 4 de diciembre de 1955. Desde niña tuvo que sufrir la emigración, debido a que cuando triunfa la Revolución cubana, su padre, era el Vicepresidente ejecutivo de Antillana de Acero, y estas empresas extranjeras se nacionalizaron a partir del 1 de enero de 1959, por lo que sus directivos tuvieron que abandonar la isla. De familia ferviente católica, siempre su madre buscaba, donde quiera que vivieran, un colegio del Sagrado Corazón de Jesús para que los hijos del matrimonio estudiaran. Sus padres mueren siendo Elena muy joven. Cuando comienza a meterse de a lleno en los temas de Cuba, es elegida Presidenta de la Federación de Asociaciones cubanas, en España, colaborando mediante proyectos y acogiendo a presos políticos. Además, realiza un viaje a Cuba totalmente fallido y regresa una segunda vez, pudiendo reunirse con Oswaldo Payá, Laura Pollán, Guillermo [Coco] Fariñas entre otros opositores de la isla. Creó el Observatorio de Cubano de Derechos Humanos para documentar las violaciones de estos en Cuba. Elena actualmente reside en la ciudad de Madrid y está casada.