“¿’Tú crees que le falte mucho? ¿Qué le queda mucha vida a la dictadura cubana’? Eso depende del pueblo cubano, hermano. Porque el pueblo cubano no quiere ganar su libertad. Vamos a hablar claro. El pueblo cubano siente temor de morir. El pueblo cubano tiene que levantar esta estirpe de lo valiente, mambise [guerrilleros independentistas cubanos]. El pueblo cubano tiene que leer un poco más los libros de José Martí, quién era Félix Varela, quién era Antonio Maceo [líderes militares de la Guerra de la Independencia cubana]. La juventud cubana tiene que leer más sobre los antepasados, dirigentes que teníamos en aquello tiempo, casi todos eran mambises, Gerardo Machado, Macías, Pío Cervera [otros líderes militares de la Guerra de la Independencia] y el Gobierno en este país tenía mandato cuatro años, nada más. La selección era cada cuatro años, y el pueblo cubano tiene que introducirse más la lectura, porque el pueblo cubano está desinformado, ahora con la información y el internet. Pero yo creo que, al pueblo cubano, este sistema le queda bien ”.
“Y así recibo al mundo: En Cuba no existe libertad de expresión, en Cuba no existen derechos humanos. Y yo no temo a nada, yo a lo único que le temo es a Dios, yo no temo a nada, yo no le temo a ningún hombre. Mi vida ha sido de valor, de energía, de sangre, de melodías, cultivando de amor y gracias a Dios que tengo esta fuerza. Muchos se van de ahí, pero bastantes se quedan. Yo soy patriota hasta el final. He sufrido afrentas, mi vida peligra ante los ojos de Dios”.
“Cuando fui sancionado a un año, salí sin alma, salí sin vida, pero gracias a Dios tenía un espíritu. Salía a buscar trabajo, no había, no me lo daban…despreciado, no tenía ayuda de nadie. Solo un amigo que me cuidaba y me decía: ‘Paciencia’, era Jesús. Aquí estoy a pie de lucha, fuerte, aquí estoy al frente de la patria. Al frente de la libertad que, estamos luchando por ella los cubanos…No podía hacer una familia, no he podido tener a una mujer”.
“Ahí vino un tal Juliancito, un Juliancito que vino deportado de los Estados Unidos. Y me dijo el de al lado: ´Quiñones, te van a matar, cuidado’. El hombre vino con palo, y digo, así como hablaba: ´Así que tú no hablas ni dices socialismo o muerte´. Yo estoy aquí por una idea y una idea no la voy a traicionar. Y me lanzó un palazo hacia la cara. Gracias a Dios esta enfermedad que tengo fue una infección del acné, pero no fue ningún golpe de que me hayan dado, pero me lanzó un golpe para la cara y se lo paré. Y ahí nos fajamos. Y gracias a Dios, como uno sabe, me defendí. Me cayeron a trapeadorzasos por la guara esa, por la guara de lugre, esa fue fanática…. La guara de lugre en el ´Combinado de la Muerte de Guantánamo´”.
En Cuba no existe libertad de expresión, en Cuba no existen derechos humanos
Roberto Quiñones Lores es uno de los expresos políticos del régimen comunista en Cuba, ya que desde su juventud ha luchado por la democracia en su país. Al terminar sus estudios en 1989 se mudó a La Habana, para incorporarse al “Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia”, liderado por el opositor Néstor Rodríguez Lobaina. Por sus actividades antigubernamentales y manifestaciones en público fue sancionado a cuatro años en la prisión el “Combinado de Guantánamo”. Después de su liberación no se rindió y seguía en la oposición, por lo cual en 1997 fue nuevamente condenado a la privación de su libertad de un año. En las cárceles cubanas vivió amenazas, torturas y varios intentos de asesinato. A su fuerza la tomaba de la fe en el Dios. Al salir del presidio no logró conseguir un empleo, ya que ello es bastante complicado para presos políticos. Además, Roberto perdió contacto con sus familiares y, sobre todo, con su hijo, quién no comparte su postura hacia el sistema comunista cubano. A pesar de las dificultades, vigilancia permanente del parte de sus vecinos y constante persecución sigue en la lucha por el cambio hacia la democracia en Cuba.